Cuando se trata de adelgazar, muchas personas se preguntan si es mejor hacer cardio o centrarse en ejercicios de fuerza. La respuesta no es tan simple: ambos tienen beneficios únicos y combinarlos puede ser la clave para lograr tus objetivos. En este artículo te explicamos sus diferencias, cómo actúan en tu cuerpo y cuál es la mejor estrategia para quemar grasa.
¿Qué es el entrenamiento cardiovascular (cardio)?
- Ejemplos: correr, andar en bici, nadar, bailar, caminar rápido, elíptica.
- Cómo funciona: Eleva el ritmo cardíaco y activa el sistema aeróbico.
- Beneficios principales:
- Quema muchas calorías en el momento.
- Mejora la salud del corazón y la capacidad pulmonar.
- Ideal para quienes empiezan a moverse o quieren bajar peso rápido.
¿Qué es el entrenamiento de fuerza?
- Ejemplos: pesas, máquinas de gimnasio, ejercicios con tu propio peso (sentadillas, flexiones, planchas).
- Cómo funciona: Estimula los músculos, generando micro-desgarros que luego el cuerpo repara, aumentando la masa muscular.
- Beneficios principales:
- Aumenta la masa muscular (lo que acelera el metabolismo).
- Mejora la postura, la resistencia y la fuerza general.
- Ayuda a quemar grasa incluso en reposo.
¿Cuál quema más grasa?
- Cardio: Quema más calorías durante el ejercicio.
- Fuerza: Quema menos durante la sesión, pero más después, ya que el músculo activo gasta más energía.
💡 Combinados, son mucho más efectivos: El cardio ayuda a perder grasa de forma rápida, mientras que la fuerza evita perder músculo y mejora el metabolismo a largo plazo.
Ejemplo de rutina combinada para adelgazar:
- Lunes: Cardio (30-45 min: caminar rápido, correr suave o bici).
- Martes: Fuerza (circuito con peso corporal o mancuernas).
- Miércoles: Descanso activo (estiramientos, paseo suave).
- Jueves: Cardio HIIT (intervalos intensos).
- Viernes: Fuerza (entreno de cuerpo completo).
- Fin de semana: Actividad libre (caminar, senderismo, bici…).
Conclusión:
No se trata de elegir entre uno u otro: la clave está en equilibrar ambos. El cardio te ayuda a perder grasa más rápido, y la fuerza te ayuda a mantenerla a raya a largo plazo. Si tu objetivo es adelgazar de forma efectiva y saludable, combina ambos tipos de entrenamiento… ¡y notarás la diferencia!
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